DÍA ESPECIAL
Cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, una jornada para concienciar a la población sobre los retos para preservar el planeta Tierra. El origen de esta fecha se sitúa en el año 1970, cuando el senador y activista medioambiental Gaylord Nelson promovió la primera manifestación para crear una agencia ambiental. La convocatoria tuvo muchísimo éxito entre los estudiantes y miles de personas salieron a las calles. Finalmente, aquel mismo año, se creó la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense. Y ¿por qué el 22 de abril? Justamente, porqué coincide con una fecha cuando los estudiantes no tienen ni exámenes ni vacaciones de primavera.
Año tras año, cada 22 de abril Naciones Unidas decide un lema para celebrar el Día de la Tierra y en muchos países se organizan conferencias, actividades, ponencias y exposiciones a favor y para proteger el planeta Tierra. Este año, la ONU ha conmemorado este día bajo el lema ‘Protejamos nuestras especies’.
Extinción de especies, calentamiento global y contaminación
Pero ¿cuáles son los desafíos a los que debemos enfrentarnos actualmente para salvar el planeta?
En primer lugar, y en línea con el lema de este año, uno de los grandes problemas es la caza furtiva de especies en peligro de extinción. Según datos de National Geographic, más de 300 especies están al borde de la extinción a causa del mercado negro. Entre los principales animales encontramos los rinocerontes y elefantes, por el marfil, o los tigres.
Otro de los grandes problemas que nos amenazan es el cambio climático y, en consecuencia, el calentamiento global de la Tierra. Esta amenaza es una realidad que no podemos negar y que está producida por el ser humano con el consumo continuado de combustibles fósiles (coches, fábricas, transporte de mercancías, vertederos, agricultura y ganadería). Asimismo, la deforestación es otra práctica que tiene un impacto directo y muy negativo sobre el cambio climático.
Por otro lado, si hablamos del Día de la Tierra no podemos olvidarnos de otro de los problemas a los que nos enfrentamos: la contaminación. Y no solo aquella producida por los gases de los coches y fábricas, sino aquella que, por ejemplo, daña nuestros mares y océanos. Según un informe de Naciones Unidas, cada año se producen en el planeta 150 millones de toneladas de plástico de un solo uso, de los cuales 8 millones acaban en nuestras aguas, contaminando los ecosistemas y matando a millones de especies marinas, entre tortugas, peces y aves.
¿Qué podemos hacer a nivel individual?
Está claro que, si no cambiamos esta tendencia, de aquí unos años el planeta Tierra presentará graves problemas. De todos modos, el cambio debe ser a nivel mundial, con políticas públicas a todos los niveles y con todos los actores implicados.
Sin embargo, a nivel individual, cada uno de nosotros tiene a su alcance pequeños gestos para mejorar nuestro planeta, como el reciclaje, el consumo responsable de agua potable, comprar productos de proximidad o ahorrar energía.
¿Cómo colaboramos desde SORBOS?
Desde SORBOS también queremos aportar nuestro granito de arena. Somos una empresa consiente e implicada con el desarrollo sostenible del planeta, por esto hemos desarrollado la primera pajita biodegradable y comestible del mundo. Porqué decimos basta a las toneladas de plástico que se acumulan en nuestros mares y que año tras año perjudican la flora y la fauna de nuestros oceános.
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